Hay poetas de decir contenido y poetas de decir torrencial, desbordado, impetuoso. Poetas que proceden por decantación, con un método de minuciosa microscopía, y poetas que actúan con conciencia macroscópica, que necesitan acumular en el poema. Luis Artigue (León, 1974) pertenece a este segundo género de escritores caudalosos. Con este poemario obtuvo el Premio Arcipreste de Hita 2008, y representa el testimonio de que la palabra constituye un sistema para preservar, intactos, los lugares sagrados de nuestra geografía: las ciudades, los afectos, los individuos, la cultura. Uno de los autores más interesantes de la penúltima generación.
Carlos Marzal, ABC